Cuatro formas de fallar en Hacker School

Tercera traducción, esta vez de Four failure modes of Hacker Schoolers, de Allison Kaptur en el blog de Recurse (ex Hacker School).

Si bien habla específicamente de problemas para quienes asisten a HS, creo que muchos de los problemas que mencionan son buenos motivos para fundamentar por qué está bueno el enfoque diferente que proponen en HS.

Cuatro formas de fallar en Hacker School

Los nuevos Hacker Schoolers suelen sorprenderse de lo poco estructurada que es la Hacker School. Durante la HS, los participantes son libres de mejorar como programadores usando la estrategia que mejor les funcione, metiéndose en los temas que más les interese. Esto difiere bastante del ambiente de la mayoría de las universidades y trabajos, y en general lleva cierto tiempo acostumbrarse.

Los Hacker Schoolers son responsables de sus propias experiencias de aprendizaje. Si bien los facilitadores estamos ahí para dar soporte a los Hacker Schoolers y ayudarlos a aprovechar este ambiente lo más que puedan, nunca obligamos a nadie a meterse en proyectos, temas o estrategias que no les parezcan efectivas o disfrutables. Dado que la responsabilidad última del éxito está en manos de los Hacker Schoolers, son también libres de fallar: progresar poco o ser improductivos.

Este post muestra cuatro de los problemas más comunes con los que vimos lidiar a los Hacker Schoolers, sobretodo al comienzo de su estadía. El objetivo es ayudar a los Hacker Schoolers a darse cuenta cuando están en uno de esos casos y corregirlo rápidamente. El post no habla de cómo solucionar estos problemas, un poco porque las soluciones varían más entre individuos que los problemas, pero, más importante aún, porque creemos que es útil ayudar a la gente a reconocer y ponerle un nombre a las cosas que los complican.

No ser público

El primer modo de fallar es esconderse, o no ser público. Con “público” me refiero a ser visible de algún modo para los demás. Esto incluye pairear, bloggear, hablar en las presentaciones semanales, dar algún seminario a un grupo pequeño, hacer code review (ya sea revisando o siendo revisado), y hablar en nuestro chat interno. No estás obligado a hacer ninguna de esas cosas en Hacker School, pero tu experiencia va a ser mucho mejor si lo hacés. Ser público te permite aprender de tus pares, descubrir tus puntos flojos, y potenciar la experiencia de otros para que se muevan más rápido. Ser público es un prerequisito para recibir feedback, y esa es una gran manera de crecer.

Demasiado cambio entre tareas

El segundo modo de fallar es alternar demasiado entre tareas. Es difícil decidir en qué trabajar. Esto es algo con lo que la gente que tuvo una educación convencional o un trabajo común suele tener problemas al principio. Como estudiante, en general sólo tomás algunas pocas decisiones durante el cuatrimestre: qué materias cursar, quizá sobre qué escribir un paper, y eso es todo. El resto de las decisiones son para administrar tu tiempo, eligiendo cuál de todas las cosas que tenés que hacer vas a hacer en cada momento. Trabajando en una empresa con cierta jerarquía pasa algo parecido cuando tu jefe te establece prioridades y fechas de entrega. Pasar de ese modelo a uno en que vos sos quien decide qué cosas son las más importante, sin que te impongan fechas, es un cambio importante. Lleva cierta práctica dominar esta responsabilidad.

Este caso se da cuando los Hacker Schoolers se niegan en absoluto a priorizar sus tareas, o bien se obsesionan con priorizar todo. El resultado de ambos casos es el mismo: se la pasan alternando entre las tareas que les parecen más importantes minuto a minuto.

Aquel Hacker Schooler que no priorice en absoluto no podrá decirle “no” a ningún proyecto (ni siquiera “no ahora”). En general terminan con el día dividido en pedacitos de una hora de grupos de estudio, lectura, sesiones de pair programming, seguir tutoriales, trabajar independientemente… Todos en temas distintos y en lenguajes diferentes. Es muy difícil progresar de este modo. La mayoría de las personas subestiman el costo de cambiar de contexto.

El Hacker Schooler que se preocupe demasiado por priorizar desperdicia ciclos. Tiende a dudar más de su priorización en el momento en que su proyecto se complica. Como no está comprometido con el proyecto, es menos probable que pida ayuda, y más probable que se ponga a leer Twitter cuando se trabe con algo, y más probable que abandone el proyecto sin haber aprendido nada interesante.

Síndrome del impostor

La tercer forma de fallar, el síndrome del impostor, es un poco más tramposa. Hay tres problemas con el síndrome del impostor en Hacker School. Primero, personas que podrían ser grandes Hacker Schoolers no se inscriben porque creen que no van a poder entrar. Segundo, los Hacker Schoolers no intentan cosas difíciles, porque tienen miedo a fallar y que todo el mundo sepa que son un fraude. Tercero, los Hacker Schoolers no publican su trabajo o evitan exponerse de algún modo.

El síndrome del impostor asusta un poco. Es particularmente dañino en Hacker School porque ésta se basa en que los individuos se exijan y tomen riesgos. Como ya mencionamos, los organizadores de Hacker School no imponen a nadie tareas ni proyectos. Si te quedás en tu zona de confort y sólo trabajás en cosas que sabés que podés hacer, te estás quitando la oportunidad de tener un excepcional crecimiento personal.

La otra cara de esto es que Hacker School no tiene consecuencias por “fallar” en un proyecto. Podés trabajar en algo por varias semanas antes de decidir que es imposible, inconsistente con tus objetivos de aprendizaje, o simplemente ya no te es útil. Hay pocas desventajas por no terminar un proyecto en Hacker School. Esto es bastante distinto a la mayoría de los trabajos, cursos universitarios y proyectos de investigación de doctorado, y alentamos a los Hacker Schoolers a aprovechar al máximo este ambiente e intentar hacer cosas de las que no están seguros de si pueden lograr.

Cacería laboral – motivaciones extrínsecas

El último gran problema de los Hacker Schoolers es la cacería laboral. No sólo consume tiempo y distrae, sino que además cambia las motivaciones de los Hacker Schoolers. Hacker School se basa intensamente (hasta el punto del fallo) en las motivaciones instrínsecas. Estar cazando empleos, por el contrario, alienta a los Hacker Schoolers a empezar a pensar qué partes de su trabajo van a impresionar más, o cómo pueden hacer que sus proyectos reluzcan más. La gente en general termina perdiendo el tiempo en proyectos que no les interesan porque creen que alguien, en algún lado, va a quedar impresionado. En realidad, es bastante difícil hacer un gran trabajo en algo que odiás.

Previamente en la historia de Hacker School le decíamos a la gente que no piensen en empleos durante Hacker School. Esto tampoco era una buena idea, como explicamos en Errores que cometimos. Ahora tratamos de ayudar a los Hacker Schoolers a lograr un balance con sesiones opcionales de preparación para entrevistas fuera del horario oficial de Hacker School.

Si sos un Hacker Schooler que está luchando con algunas de estas problemáticas durante tu estadía, sabé que es bastante común sentirse así, y que también es bastante común sentirse más cómodo a medida que pasa el tiempo y que experimentás con diversas estrategias. Para usar la frase de Kathy Sierra, estos problemas son típicos y temporales. Reconocerlos pronto para poder cambiar tus hábitos te va a ayudar a que aproveches al máximo esta oportunidad.