El test de La Roca: un trucazo para hombres que no quieren ser acusados de acoso sexual

Cuarta traducción, esta vez de The Rock Test: A Hack for Men Who Don’t Want To Be Accused of Sexual Harassment, de Anne Victoria Clark .


¿Sos un hombre confundido con cómo tratar a las mujeres con las que trabajás? ¿Sentís que si no podés decir o hacer cualquier cosa, entonces no sabés qué decir o hacer en absoluto? ¡Dejá de sufrir! Este trucazo te hará tratar a las mujeres como personas al instante.

Dwayne 'La Roca' Johnson

Desde Harvey Weinstein hasta, buen, todo Uber, parece que cada día bajan a un hombre rico y poderoso con acusaciones de acoso o abuso sexual. Y justo hoy el New York Times reportó que más hombres están evitando mentorear mujeres por miedo:

“Una helada recorre Silicon Valley a partir de estas historias, y la gente está hiper consciente y con miedo de comportarse mal, así que están intentando cualquier cosa” dijo un inversor, anónimamente, por los mismos motivos.

Algunos están evitando las reuniones a solas con empresarias mujeres, potenciales empleadas, y mujeres que les piden una reunión informativa o para hacer contactos.

Por más que navegar relaciones profesionales pueda llegar a requerir ese insoportable “algo mínimo de esfuerzo”, hay esperanzas. Verás cómo, siguiendo esta sencilla regla, vos también podés interactuar con mujeres como si se tratara de personas.

Es tan simple como esto: tratá a todas las mujeres como tratarías a Dwayne “La Roca” Johnson.

Lo sé, suena raro, pero, creeme: es un ejercicio de visualización que va a hacer maravillas cuando te toque lidiar con mujeres en tu trabajo. Cuando una mujer se te acerque, reemplazala mentalmente por La Roca. Después, actuá en consecuencia.

¿Confundido, aún? Hagamos algunas pruebas.

Situación #1: El Café

Karen es una amiga de un amigo que hace poco se mudó a tu ciudad y quiere hacer contactos en su rubro, en el que vos también trabajás. Te preguntó si querés ir a tomar un café con ella así le contás cómo se manejan. Pero hay un problema, Karen se ve así:

Karen

¡Changos! ¡Es bonita! Incluso tiene linda cara. ¿¿Qué hacer?? Digo, sabés que estaría mal tomarse la reunión como una cita, dado que claramente te dijo que sus intenciones son profesionales. Pero, por otro lado, es rubia, ¡como tu última novia! ¡Es todo tan confuso! Estás en terreno minado.

Pero transitar esta compleja situación puede ser fácil usando la Prueba de La Roca. Cerrá los ojos, respirá hondo, y, cuando los abras, pensá que Karen se ve así:

La Roca

¡Wow! ¡Karen se ve dura, y fuerte, y sudorosa! Se ve como una persona que está trabajando duro para conseguir sus objetivos, habiendo superado una situación que claramente no le estaba funcionando, en busca de cosas mayores y mejores. ¿Qué te parece preguntarle sobre eso? Pero, definitivamente, no te la intentes levantar. Parece como si pudiera matarte con la mismísima silla en que estás sentado.

Situación #2: La Reunión

Amanda es tu compañera de trabajo que tiene algunas preguntas sobre el gran proyecto que tu departamento acaba de hacerse cargo. Te pidió una reunión a solas para discutir algunos detalles del proyecto. Hay un único problema:

Amanda

Uf. Amanda no solo se ve en forma y atractiva y joven, sino que encima parece que no tiene un anillo de matrimonio. ¿Y si está dispuesta a hablar de su (presuntamente) aventurera vida sexual y la tuya? ¡Finalmente, alguien con quien compartir tu fetichismo secreto con el látex! ¿Qué chances hay de sostener esta reunión, que nada tiene que ver con nada de todo eso, enfocada durante todos unos 45 minutos?

De nuevo, cerrá los ojos, despejá tu mente, y pensá así a Amanda:

La Roca

¡Wow! Parece que Amanda estuvo trabajando duro, pero simplemente necesita una mano con un detalle que se encontró. Por suerte es lo suficientemente capaz como para pedir ayuda cuando la necesita, ¡qué profesional! Tenés suerte de contar con Amanda en tu equipo. Lamentablemente, definitivamente parece que no tiene tiempo para escuchar sobre tus cosas con el látex, sin importar cuánto te calienten esos guantes.

Situación #3: La Salida

Tu colega Jennifer y su equipo acaban de lanzar un nuevo proyecto exitoso, y te invitaron a salir a tomar algo para celebrar. Hay un único problema. Sí, adivinaste:

Jennifer y su equipo

Jennifer y su equipo son todas compradoras certificadas de las mejores casas de cosméticos. Incluso una de ellas está vestida con pollera. MI-AU, ¿no? ¿Cómo se supone que podrías guardar tus manos para vos mismo cuando hay tantas mujeres jóvenes sonriéndote? Todos sabemos que cuando una mujer te sonríe significa que le gustás de esa manera. Al menos así es como funciona en todas las pelis que viste y todos los clubes de desnudistas a los que fuiste. ¿Cómo podrías saber si esto simplemente es ir a tomar algo con colegas, o una oportunidad para masturbarte frente a un grupo como los que siempre soñaste?

Reemplazá rápidamente tu imagen mental con esta otra:

La Roca y tres policías

¡Wow! Jennifer y su equipo se ven realmente profesionales, y listas para enfrentar lo que sea. Con razón su proyecto es un éxito y quieren celebrar. Quizá puedas intercambiar con ellas historias de guerra de tus proyectos previos, o escuchar algunas de sus historias sobre cómo llegaron hasta acá. Algo es seguro, sin importar cuán ebrio te pongas: no te masturbes frente a ellas. De veras, el último chico que conozco que tocó a un policía inesperadamente terminó con la cara contra el cemento. ¡Fue una mala noche!

Así que, ¡ahí tenés! Ya aprendiste un modo rápido y fácil de interactuar con mujeres sin comportarte inapropiadamente. Simplemente ofreceles el mismo respeto, admiración, y sana dosis de temor que ofrecerías a cualquiera que pueda destruirte por completo si te lo merecieras.